Vibración Sonora
La terapia basada en el sonido accede y modifica memorias corporales, recientes o antiguas. El cuerpo guarda las impresiones emocionales en una parte concreta del cuerpo, donde sufrió el impacto de la experiencia.
La RAE ha definido al sonido como “sensación producida en el órgano del oído por el movimiento vibratorio de los cuerpos, transmitido por un medio elástico, como el aire,” es decir, el sonido es fruto de la vibración de un cuerpo.
Esta vibración ha sido estudiada por la ciencia, en líneas generales, la materia está constituida de átomos, que constan de un núcleo alrededor del cual giran electrones, el número de electrones que giran alrededor del núcleo y el diámetro de su órbita son los que marcan su frecuencia vibratoria. Cada persona, animal, objeto e incluso la naturaleza tiene una frecuencia vibratoria única. Por ejemplo, las personas vibramos continuamente y lo podemos percibir, sentimos inmediatamente si una persona tiene rabia, está a la defensiva, está en paz, etc.. También podemos sentir la vibración de la música, hay música que armoniza nuestro cuerpo y otra que puede llegar a descompensarlo. Éstas son sólo algunas apreciaciones sobre el poder de la frecuencia vibratoria. Algunos ejemplos destacables de la fuerza de la vibración sonora son los experimentos con cristales del Dr. Emoto o los estudios de neurociencia, encabezado en Baltimore St Agnes Health Care por Raymond Bahr, demostró que escuchar la música de Mozart desencadena los mismos efectos en el cuerpo que 10mg de Valium.
Terapéuticamente, utilizo la técnica de la vibración sonora, a través de diferentes instrumentos, aunque su uso más popular es con cuencos tibetanos debido al amplio espectro de frecuencias vibratorias que nos permiten emitir.
Esta terapia es especialmente adecuada para la sanación de la memoria corporal que han producido traumas emocionales (abusos, violaciones, duelos, importantes impactos emocionales etc..), bloqueos, crisis emocionales importantes, etc. Habitualmente se puede utilizar como terapia de cierre de un proceso terapéutico.
También es muy eficaz cuando la intensidad de la ansiedad o de la angustia que presenta la persona no permita llegar a un núcleo concreto, le ayudaremos a deshacer a través del sonido la ansiedad.
Otro uso importante de esta herramienta es cuando la persona tiene una imagen negativa que le ha impresionado y que no se le va de la mente. Esto ocurre a menudo con imágenes de seres queridos enfermos o muertos; de accidentes impresionantes que han vivido o visto, de situaciones agresivas que quedaron grabadas: expresiones faciales, voces o una frase concreta.
Igualmente, se puede usar el sonido para deshacer determinadas voces y palabras o frases, que resuenan todavía como en eco, en la mente de la persona. Son sonidos que se han impregnado en el psiquismo, y que pesan poderosamente en el sistema de creencias de la persona.
En cualquier caso, el terapeuta en conjunto con el paciente, decidirán los momentos terapéuticos más oportunos para el uso de este técnica.
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